Leo un artículo de la publicación Slate sobre la discriminación de precios en los famosos cafés Starbucks.
Si bien en Chile hay pocos de esos cafés, -y tenemos nuestros competidores locales en ese mercado relevante, nuestros pintorescos "café-con-pierna", en otros países abundan.
Como sea, el artículo es un ejemplo más de la discriminación de precios y versiones de un mismo producto de un oferente. Algo así pasó en la industria de los ferrocarriles en el siglo XIX y hoy se viviría en Internet.
Si bien en Chile hay pocos de esos cafés, -y tenemos nuestros competidores locales en ese mercado relevante, nuestros pintorescos "café-con-pierna", en otros países abundan.
Como sea, el artículo es un ejemplo más de la discriminación de precios y versiones de un mismo producto de un oferente. Algo así pasó en la industria de los ferrocarriles en el siglo XIX y hoy se viviría en Internet.
5 comentarios:
Bueno. Pero es indebido que las agencias de competencia se encarguen de sancionar a empresas que discriminan por precios sólo por tener posición de dominio -como si se tratase de un caso de regla per sé-, cuando a menudo la discriminación es un mecanismo que genera eficiencia y amplía la base de consumidores considerados en la oferta (vid. Robert H. Bork).
Ya los casos United Brands y Utah Pie son ejemplos claros de creación de eficiencia que fue afectada por la acción de "incompetentes" agencias de competencia.
Ante la duda, señores, no intervenir. Citando a Richard Posner:
"Cleary, though, the byword of a prudent enforcement agency and a sensible court will be: caution."
Muchas gracias por el aporte.
Cierto, la discriminación de precios no es mala per sé (ya se sabe, aplique la "regla de razón"), por lo que puede generar ineficiencia su represión. Los ejemplos de versioning sin ir más lejos, logran obtener parte del excedente del consumidor con dos o más versiones de un software, libro, pasaje, etc.
Uno de los grandes problemas que tiene la firma para aplicar la discriminación de precios a gran escala es el del arbitraje: si uno compra barato, tiene incentivos para revender por debajo del precio más elevado propuesto por la firma, obteniendo una renta privada que la firma no podría internalizar.
Ello sin tomar en cuenta los costos de transacción en que incurre la firma para identificar las preferencias y valorizaciones de los consumidores.
Este tipo de problemas que enfrenta la firma son de por sí disuasivos sobre la discriminación de precios, y esta a menudo es eficiente.
Si lees el articulo de Odlyzko, la solucion al problema del arbitraje, al menos en las ventas por Internet, son las "cookies", y los numeros de tarjeta de credito.
Con lo cual los costos de transaccion son bajisimos.
Claro, pero también hay que recordar lo que ocurrió recientemente con Amazon.
http://www.cnn.com/2005/LAW/06/24/ramasastry.website.prices/
http://www.sims.berkeley.edu:8000/courses/is231/f02/amazon_pricing.pdf
A lo que iba es que en general es muy difícil reducir los costos de transacción que implica la discriminación de precios. Ello debería ser ya un desincentivo fuerte para la firma.
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