En 2006, "los proyectos [eléctricos] que estaban entrando al sistema de evaluación ambiental daban cuenta que eran un 30% más que el promedio de los últimos años, es decir, las señales de inversión de la Ley Corta I y II están operando, están llegando los inversionistas, están entrando proyectos y eso genera un atochamiento que plantea el desafío del fast tracker. Esta institución que partió a nivel de energía y hoy se maneja en términos más horizontales con el nombramiento de un gerente de inversiones".
Rodrigo Iglesias dixit.
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