10.2.06

Crisis de Abastecimiento de Energía: ¿cómo andamos por casa?


Pasa el tiempo, las vacaciones -tan añoradas, durante el 2005- terminan, y volvemos al blog. Con renovadas energías!

Sin ir más lejos, de lo último que supimos antes de irnos a descansar, fue que había vuelto la paz a los gasoductos ruso-ucranianos...

¡Había estallado la paz!

Esa "baja de presión" que sufrió un importante gasoducto en Europa me recordó la discusión de hace un año y que culminó con la Ley 20.018.

En la redacción del proyecto uno de los temas discutidos fue el del abastecimiento energético, y como podía diversificarse la matriz energética. Finalmente, la discusión no fue favorable a la iniciativa de gobierno, y el mecanismo propuesto fue rechazado. [Se puede revisar la justificación de la propuesta en el Mensaje de ese proyecto de ley.]

Pero nuestros legisladores, seguramente por un gaffe, dejaron un inciso remanente sobre la obligación. El artículo 1º transitorio, letra b) señala que "la obligación contemplada en el artículo 3º de esta ley entrará en vigencia el 1 de enero de 2010". El lector puede revisar que dicho artículo, y por ende, la obligación, no existen... ¡pero quedan huellas!

Pero
,
el asunto de la seguridad energética no pasa, sigue vigente. Más seguridad en el abastecimiento -no pensemos en la continuidad del servicio siquiera- exige mayores precios. Ya no basta con el gas del país vecino: debe contarse con reservas estratégicas en caso de atentados terroristas a los gasoductos, conflictos internos o internacionales, huelgas de los trabajadores, etc.

Ya, en Europa, se plantean seriamente el retoceso que hay en políticas de liberalización energética ante la amenaza del desabastecimiento (ver The Economist).

Por otra parte, tenemos la oposición creciente de la población a que se construyan centrales eléctricas "en su patio trasero" ("NIMBY",
not in my back yard, como le dicen los gringos), que pueden ser razones turísticas, económicas (posible afectación de la calidad de las aguas, tierras inundadas o de la calidad del aire).

¡No queremos imaginar la resistencia que habría a una hipotética central nuclear en Chile!

Una solución: impulsar las energías renovables, las minicentrales hidráulicas, como lo hace el DS 244/2005.

Don Quijote, ¿son molinos de viento?

No, Sancho! AEROGENERADORES!