En Chile, hace unos años tuvimos una fusión parecida en el sector de la televisión pagada, que fue
conocida por el TDLC, entre VTR y Metropolis-Intercom.
Comparemos algunos elementos (en la medida de lo posible).
1. Duración del proceso. Mientras el CNDC es un órgano de la Administración, el TDLC es un tribunal especial. Hace pocos días comentábamos la discrepancia sobre la duración de las consultas sobre fusiones. Pues bien, el proceso argentino duró 14 meses, mientras que el chileno, 10 meses. Vemos que, pese a las criticas, para una operación similar, y pese a la reciente contsitución del TDLC, éste demoró menos que su par argentino.
2. Aprobaciones, disidencias. Ambas operaciones fueron aprobadas, ambas tuvieron oposición. Nihil nuove sub sole.
3. Medidas impuestas. Acá si hay ciertas innovaciones. Desde ya, la participación de MI+VTR en el mercado de la tv pagada fue mayor que la operación argentina. Pero en Argentina se impuso no sólo una restricción de alza de tarifas por dos años (precio máximo: Área Metropolitana de Buenos Aires), cuando en Chile fue por tres años; sino que se estableció un importante subsidio. Claro, un deber de "Proveer en forma gratuita la conexión de servicio básico el servicio de televisión paga a los establecimientos públicos municipales, provinciales y nacionales (...) Hospitales y centros de salud públicos, escuelas, comisarías, cuarteles de bomberos y los hogares públicos de ancianos (...)".
Este post me recuerda que, al menos en los Estados Unidos, existen profesores de derecho constitucional que son muy versados en temas de libre competencia, como son Robert Bork y el Justice Stephen Breyer (el "Supremo").