Las "divisiones" de Energía y de Asuntos del Consumidor de la Comisión Europea acaban de anunciar que lanzarán una investigación sobre los precios de la electricidad en toda la Unión Europea. Existen antecedentes que los precios cobrados por algunos suministradores en varios de los 27 Estados miembros son “demasiado altos” y que menos de 2/3 de los consumidores no están satisfechos con su suministrador. A eso se suma que alrededor del 60% de los consumidores vieron incrementados sus precios el año pasado, contra un 3-4% para quienes disminuyó (a pesar de las actuales caídas en los precios del petróleo y el gas).
A diferencia del Reino Unido, donde algunos parlamentarios incluso han pensado en legislar para bajar los precios, la Comisión no pretende introducir nueva legislación… aún. Pero la decisión de investigar se enmarca claramente en la estrategia de “presiones” que la Comisión lleva a cabo desde hace un tiempo en el sector eléctrico, tendiente a que los consumidores puedan elegir libremente su suministrador. Esto ocurre en algunos pocos países europeos, pero no es la regla.
El objetivo central: que todos vean los beneficios de la competencia a nivel del retail. ¿Llegará esa libertad de elección a Chile alguna vez? Vieja historia...